Acuéstate de espaldas con los pies apoyados en una pelota de ejercicios y las rodillas dobladas en un ángulo de 90 grados. Coloca tus pies a tres o cuatro pulgadas de distancia y apunta tus dedos de los pies hacia adentro para que se toquen. Coloca tus manos ligeramente a cada lado de tu cabeza manteniendo los codos adentro. Consejo: No entrelaces tus dedos detrás de tu cabeza. Empuja la parte baja de tu espalda en el suelo para aislar mejor tus músculos abdominales. Esta será tu posición inicial. Comienza a levantar tus hombros del suelo y continúa empujando hacia abajo lo más fuerte que puedas con tu espalda baja. Tus hombros deberían levantarse del suelo solo unas cuatro pulgadas, y tu espalda baja debe permanecer en el suelo. Exhala mientras ejecutas esta parte del movimiento. Aprieta tus abdominales fuertemente en la parte superior de la contracción y mantén por un segundo. Consejo: Concéntrate en un movimiento lento y controlado. Evita usar impulso en cualquier momento. Lentamente vuelve a la posición inicial mientras inhalas. Repite para la cantidad recomendada de repeticiones.